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Mejoras funcionales y mejoras estéticas en un mismo producto

Es importante entender que la propiedad intelectual dice relación con información o conocimientos que son intangibles, esto es, que no pueden percibirse por los sentidos, pero que si pueden incorporarse en objetos tangibles.

La propiedad intelectual no reside en esos objetos tángibles, sino en la información y conocimientos reflejados en los mismos.

Los activos de una persona o de una empresa pueden dividirse de modo general en dos categorías: activos físicos, que incluye edificios, maquinaria, activos financieros e infraestructura; y activos intangibles, que van desde el capital y los conocimientos humanos hasta las ideas, estrategias, planes de negocios, marcas, dibujos o modelos y otros frutos intangibles del talento creativo e innovador de una empresa. Es tradicional que los activos físicos correspondan a la parte principal del valor de una empresa, y se han considerado como el elemento principal para determinar la competitividad de una empresa en el mercado.

En los últimos años esto ha cambiado de modo radical. Las empresas están comprendiendo cada vez más que los activos intangibles son ya más valiosos que sus activos físicos.

A continuación señalaremos algunas diferencias básicas para entender la diferencia entre la propiedad intelectual, que recae sobre intangibles, y la propiedad común, que recae sobre bienes físicos: