Los Estados miembros de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) aprobaron el Tratado de Riad sobre el Derecho de los Diseños, marcando un avance significativo para diseñadores de todo el mundo. Este acuerdo internacional, adoptado el 22 de noviembre en Arabia Saudita, establece un marco simplificado para proteger los diseños en múltiples jurisdicciones, lo que facilita procesos más rápidos, asequibles y predecibles.
Daren Tang, director general de la OMPI, celebró la culminación de dos décadas de negociaciones y destacó la relevancia del tratado como el 28º instrumento internacional bajo la organización. “Este tratado no solo es un triunfo para los diseñadores, sino también un testimonio de la capacidad del multilateralismo para lograr cambios positivos”, señaló Tang, al tiempo que reconoció el liderazgo de Arabia Saudita y de su autoridad de propiedad intelectual, SAIP, en la conducción de las negociaciones finales.
El Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), como actor clave en la promoción de herramientas internacionales en Chile, valoró el impacto del Tratado de Riad para facilitar la protección de los diseños a nivel global. “Este instrumento simplifica los trámites para diseñadores y empresas, especialmente para aquellos de menor escala, permitiendo una mayor previsibilidad y accesibilidad en el registro de sus creaciones”, manifestó Esteban Figueroa, director nacional (s) de INAPI.
Entre las principales ventajas del Tratado de Riad destaca la estandarización de los requisitos formales para registrar diseños, la posibilidad de incluir múltiples diseños en una sola solicitud, y la armonización en 12 meses del período de gracia que protege la novedad de un diseño previo a su presentación. Además, fomenta el uso de sistemas electrónicos y ofrece asistencia técnica a países en desarrollo, consolidando así un marco inclusivo para la protección del diseño a nivel mundial.
Desde la OMPI enfatizan que la adopción de este tratado subraya la importancia del diseño como activo estratégico. Al enriquecer nuestras vidas con estética, funcionalidad e identidad cultural, los diseños transforman no solo productos, sino también sociedades. El Tratado de Riad refuerza el papel de la propiedad industrial como herramienta para impulsar la innovación y el desarrollo en los mercados globales.